Frente a las cámaras, Carrera posa elegante, como una maniquí de los años 60. No es de extrañar que la moda haya llamado a su puerta. Ha sido fichada por la agencia Elite y su debut en un editorial de la revista W la puso en contacto con algunos de los profesionales más reputados del sector: Miuccia Prada le confeccionó diseños a medida y el enigmático fotógrafo Steven Meisel firmó las imágenes.
En el poco tiempo que lleva trabajando como modelo ha vivido experiencias de todo tipo. Algunas no muy buenas. «Hay gente que no ha sido amable conmigo, pero he de aprender a ser más dura», dice. Otras le han permitido forjar buenas amistades. Entre ellas, la de Olivier Rousteing, diseñador de Balmain
No hay comentarios:
Publicar un comentario